Por Fernando Senini: Periodista Deportivo, Media Manager en ESPN Argentina | Creador de Patriots LATAM | Miembro de No Huddle

Los New England Patriots vencieron por 31 a 13 a los Tennessee Titans en el Nissan
Stadium por la Semana 7 de la National Football League (NFL). De la mano de un
imparable Drake Maye y una sólida defensa, los de Mike Vrabel se consolidaron en el
primer puesto de la AFC Este.
En un duelo marcado por el regreso del ex linebacker y ahora entrenador a su antiguo equipo, la plantilla entera de los Patriots salió a jugar con una intensidad digna de remarcar. Luego de una primera mitad pareja, los de Foxborough ajustaron detalles y dejaron en claro por qué son uno de los conjuntos que darán de qué hablar en lo que queda de temporada.
Los seis veces campeones del Super Bowl tenían la obligación de llevarse la victoria para demostrar así su buen momento y ratificar el nivel de Drake Maye, que rompió un récord establecido por Tom Brady con la franquicia 16 años atrás. Los Titans, por su parte, se ven hundidos en la AFC con marca de 1-6 y no pudieron vencer a su antiguo head coach.
Una defensa sólida, los ajustes de Mike Vrabel y la actuación histórica de Drake Maye, las claves de la victoria
Los Patriots acumulan cinco victorias al cabo de siete semanas de acción y en gran parte se debe al nivel del mariscal de campo Drake Maye. El egresado de UNC terminó el juego hoy con 21/23 pases completos, 222 yardas por aire (62 por tierra), dos pases de anotación y ninguna intercepción. La efectividad del número 10, que cerró el duelo con 91.3% de pases completos (mínimo 20 intentos), marca un récord histórico para la franquicia y dejó atrás la marca que ostentaba Tom Brady (88.5%, el 27 de diciembre de 2009).
El primer cuarto arrancó con el local golpeando primero de la mano de Joey Slye con un gol de campo que rápidamente fue empatado por nuestro pateador Andy Borregales. La defensa no se sintió cómoda en los primeros drives y Cam Ward aprovechó para lanzar un largo pase de anotación a Chimere Dike. Tennessee se puso en ventaja por 10 a 3 y eso fue lo más destacado para ellos en el partido.
Se notó desde el inicio que Rhamondre Stevenson iba a jugar en gran nivel. Así fue y comandó el drive para empatar el duelo. Drake Maye puso un pase a la endzone que Austin Hooper atrapó de una manera exquisita por sobre su defensivo. Una muestra de fisicalidad digna de un ala cerrada. Luego de otro gol de campo de los Titans, volvió a aparecer Maye. Kayshon Boutte logró separación profundo en el backfield y atrapó un envío de 39 yardas para anotar y consumar así un gran inicio de año para él.
El segundo medio tuvo un pequeño susto. Maye fue tacleado y en la acción golpeó su cabeza contra el piso. En pleno protocolo de conmoción para el joven estrella de la plantilla, Josh Dobbs comandó la ofensiva durante algunos snaps y pudo lograr darle continuidad al drive. Con el regreso del número 10 y un cuarto down fundamental que Demario Douglas salvó, Rhamondre Stevenson corrió dentro de la zona de anotación y empezó a darle forma a una distancia considerable para el líder del Este.
El último TD del día vino gracias a K'Lavon Chaisson. Ward se apresuró al ver la presión del defensivo de New England, soltó el balón y se lo dejó servido al número 44 visitante, que anotó los puntos más fáciles de su vida. Así, el marcador se puso en 31 a 13, le dio tranquilidad al staff de Vrabel y se aprovechó el contexto para terminar el compromiso con suplentes. Pese a ello, Marcus Jones se dio el lujo de interceptar al mariscal de campo local, visiblemente resignado por la situación.
De esta manera, el entrenador Vrabel consumó su regreso a Tennessee con una holgada victoria y la quinta del año, cifra que supera lo conseguido el año pasado y sin haber llegado a mitad de temporada. Además, Maye es ahora el segundo jugador de la historia de la NFL en lograr más de 200 yardas de pase, más de 50 yardas de carrera y 90% de pases completos en un partido.
New England volverá a casa el próximo domingo para chocar ante los Cleveland Browns, quienes vienen de conseguir su segunda alegría del año aplastando a los Miami Dolphins. El ambiente será una fiesta y el equipo buscará ratificar eso dentro del campo de juego y soñar con la postemporada como en los viejos tiempos.