Por Luciano Viale: Periodista Deportivo Patriots LATAM | No Huddle

En una noche fría en el Gillette Stadium, los New England Patriots derrotaron 27-14 a los New York Jets en el Thursday Night Football de la Semana 11 y alcanzaron su octavo triunfo consecutivo para colocarse provisoriamente como líderes de la AFC con un récord de 9-2. Con un rendimiento ofensivo equilibrado y una defensa que asfixió a Justin Fields por aire, el equipo de Mike Vrabel volvió a mostrar autoridad en un duelo divisional que podía complicarse.
TreVeyon Henderson fue la figura excluyente del encuentro. El corredor novato tuvo su actuación más completa desde que llegó a la NFL: dos touchdowns por tierra, uno por aire y una presencia dominante en la zona roja. Su impacto fue inmediato, especialmente después de que Nueva York abriera el marcador con un drive sostenido que culminó en una anotación terrestre de Fields. A partir de ahí, los Patriots ajustaron y no volvieron a mirar atrás.
El otro gran pilar del equipo local fue Drake Maye, quien volvió a mostrarse seguro, preciso y en gran nivel. El mariscal de campo completó 25 de 34 pases para 281 yardas y un touchdown, liderando una ofensiva que no dependió del big play para llevarse el encuentro. Además, Stefon Diggs se convirtió otra vez en su principal arma aérea, finalizando con nueve recepciones y 105 yardas en un duelo en el que su experiencia marcó la diferencia.
Un dominio sostenido construido desde la disciplina
Después del golpe inicial de los Jets, los Patriots respondieron con dos posesiones consecutivas que cambiaron por completo la dinámica del partido. Una carrera de 7 yardas de Henderson y otra anotación terrestre del propio corredor pusieron el marcador 14-7 antes del descanso, castigando a una defensa visitante que no logró contener el poderío del novato. Incluso cuando Nueva Inglaterra falló un gol de campo antes de irse al vestuario, su plan de juego ya estaba claramente encaminado.
En la segunda mitad, Henderson volvió a ser protagonista con su tercer touchdown del día, esta vez recibiendo un envío corto de Maye, quien escondió a la perfección el pase, para estirar la ventaja 21-7. Aunque los Jets respondieron con una conexión profunda entre Justin Fields y John Metchie III (aprovechando un resbalón del safety novato Craig Woodson), la ofensiva de Nueva York nunca encontró continuidad. Las limitaciones por aire, sumadas a la ausencia de Garrett Wilson por lesión, dejaron a Fields obligado a correr para sobrevivir.
Los Patriots, por su parte, cerraron el partido desde la inteligencia. Un gol de campo de 44 yardas del venezolano Andrés Borregales, seguido por otro acierto en el último cuarto, estiraron la diferencia a dos posesiones y terminaron de liquidar a unos Jets que no pudieron convertir una cuarta oportunidad clave dentro de la yarda 15 de NE.
Más allá de la victoria, la actuación defensiva volvió a ser un sello de identidad del equipo. New England limitó a los Jets a solo 245 yardas totales, forzó un fumble crucial de Fields en el tramo final y evitó que la ofensiva visitante encontrara ritmo después de su primera serie. Con un planteo físico y disciplinado, la unidad comandada por Vrabel sigue demostrando por qué es una de las más completas del año.
Con marca de 9-2, los Patriots se posicionan firmemente como candidatos al seed 1 de la AFC. Si Henderson continúa a este nivel y Maye mantiene su progresión constante, Nueva Inglaterra no solo seguirá liderando la AFC Este: también será un contendiente real rumbo a enero.











